top of page

EL PAGO DE CHILE / Proyecto en Proceso

pago portada.png
ElPagodeChile.jpg
Pago1.png

En un contexto de post estallido social y pandemia, dos hermanas, Alicia y Manena, emprenden un viaje. Su padre, Gustavo, un ex general involucrado en crímenes de lesa humanidad, agoniza y las convoca para cumplir su último deseo: entregar la mitad de su herencia a la hija de un opositor que él asesinó. Esta orden y la muerte del general desencadena un viaje físico y emocional al norte del país, donde enfrentan sus diferencias, secretos y heridas del pasado. Se reencuentra con su madre Lucía, terapeuta psicomágica, quien influye en sus procesos de sanación. Manena confronta una relación tóxica, mientras que Alicia sale del closet y asume su identidad. Al llegar a Copiapó, Noemí rechaza la herencia, diciendo que lo mejor que podía hacer  Gustavo por ella ya lo hizo muriendo..
Esto lleva a las hermanas a decidir utilizar esos fondos para cerrar ciclos de buena manera y transformar sus vidas. 

FICHA TÉCNICA

Serie de ficción

Duración: 4 capítulos de 30”
Género Dramedia
Guión y dirección
Vane Miller
Producción ejecutiva
Pablo Berthelón
Dirección de fotografía
Víctor Rojas
Dirección de arte
Julia Moreau
Productora general
Paola Zoccola
Colaboración guión
Fernando Schmidt
Elenco
Amaya Forch, Catalina Guerra y Gabriela Hernández

Vane_edited.jpg

NOTA INTENCIÓN DIRECTORA

Mi tesis en el postítulo de “Dimensión terapéutica de la pedagogía teatral” fue acerca de “El trauma social”, como proceso colectivo y político. Me propuse entender a Chile como un cuerpo social con edad y desarrollo, para ubicar en algún tramo de esa vida el Golpe y los efectos de sus secuelas. El primer gobierno de Bachelet es entendido como un hito terapéutico colectivo, pues se rompió con herencias del autoritarismo, entre ellas el liderazgo patriarcal y la justificación del exterminio como interacción frente a seres humanos divergentes. La oportunidad de trabajar este proyecto en Sundance Workshop sumó como referente al documental “The Act of Killing”, sobre el asesinato de 500.000 personas en Indonesia en 1965, explicado por sus asesinos, con escasos remordimiento. Esto me ayudó a concluir que sí tiene sentido recorrer la historia propia y colectiva en torno a la instrumentación del exterminio, y buscar el arrepentimiento, o la validación de la dignidad del adversario. Hacerlo es seguir despertando consciencia al interior de una barbarie que todavía tiene a quienes la justifican.

bottom of page